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martes, 30 de abril de 2013

Crepe de salmón y mozarella o el uso más dulce del sirope de arce

Hoy os vamos a recomendar que copiéis una sencilla receta de un restaurante que se llama Magasand: Crepe de salmón y mozarella y "maple syrup".

Nos encantó la combinación de sabores, el queso mozarella le iba perfecto al salmón y el toque dulce del "maple syrup" era el justo para que la crepe siguiese siendo "salada" pero le aportase un toque refrescante. La presentación, sobre pizarra negra, también es nos gustó mucho.



El salmón era ahumado y la mozarella era fresca. Y el maple syrup es jarabe o sirope de arce, y seguramente os suene porque hace unos años se puso de moda una dieta a base de este producto, pero sin duda es mucho más recomendable ¡su uso como edulcorante! La masa de las crepes ya os comentamos que es muy parecida a la de las filloas. La piedra, tan típicamente gallega, hace recordar aún más a este postre.


El jarabe de arce lo podéis comprar en un supermercado como Mercadona, eso sí no lo encontraréis en la sección de repostería sino en la de droguería, junto a otros productos dietéticos. Y su precio es de 7€ la botellita.

Ahora que se va acercando el verano, y muchos de vosotros estaréis pensando ya en la dichosa operación bikini, os recomiendo que seáis prudentes con las dietas que hagáis y que reflexionéis antes sobre ellas, como lo hacen sobre la dieta de sirope de arce en el blog aprende a comer.


Volviendo al Magasand, comentaros que hay dos locales en Madrid -junto a la Puerta de Alcalá y en la Travesía de San Mateo-. Están decorados con un look industrial. Las mesas son de hierro, y parece que estuviese sin tratar, ¡como si fuesen de un taller!, y sobre las mesas hay flexos antiguos con señales del uso y el paso del tiempo, que le dan un aire vintage. Las escaleras también son de metal, como las cestitas en que te traen la comida y las lámparas de imitación industrial sobre el mostrador. Los azulejos blancos y rectangulares que hay en las cocinas, imitan a los que se usaban en las estaciones del metro a comienzos del siglo XX. Y los techos son muy altos, típicos de las naves industriales. Pero también tienen un cierto aire cosmopolita, que le dan algunos elementos del mobiliario y completan las revistas trendy y productos gourmet a la venta.


La carta ofrece comida rápida como sandwiches, ensaladas o crepes, pero más cuidada de lo que podría esperarse de esa denominación. Y para muestra ¡la crepe de salmón y mozarella!

¿Qué os ha parecido esta idea de relleno de crepe?
¿Os gustan las recetas que mezclan salado y dulce?




miércoles, 24 de abril de 2013

¡Nos vamos de espárragos! o revuelto de espárragos silvestres

Aunque la temporada ya está prácticamente terminada, este fin de semana ¡nos hemos ido de espárragos! Hace ya quince días que los espárragos silvestres estaban listos para ser recogidos, aún así todavía hemos encontrado un buen manojo. Y es que ya lo dice el dicho: Los espárragos de abril para mi, y los de mayo ¡para mi amo!.


Se recogen espárragos de dos tipos, los de esparraguera -éste es el nombre con que se conoce a la planta en que se convierten- y los "culebreros" -la forma en que crecen les delata-. Nacen en zonas con cierta humedad y no son fáciles de ver porque se camuflan entre tanta hierba.


Y como ya ha empezado a hacer calor, muchos espárragos estaban "espigados" y con lo que nos encontrábamos era ya con las plantitas en que se transforman: esparraguera y una planta parecida a una hiedra


¡Pasamos una tarde muy entretenida en el campo!




Ya en casa, la preparación del espárrago para cocinar con él es la siguiente. Hay que quitar la parte inferior del tallo que ya esté dura. Se va cortando y si hace chasquido es que hay que desechar ese trozo. Después los partimos en trozos más o menos del tamaño de un macarrón. Y ya cortados los lavamos y una vez lavados los cocemos.



Ahora ya están arreglados para hacer con ellos un rico revuelto o también darle un toque campero a la tortilla, de patatas o francesa. Para hacer el revuelto necesitamos cebolla, huevos y pan. Partiremos el pan en trocitos muy pequeños. Cortaremos la cebolla muy picadita. Y el pan y la cebolla lo rehogaremos en una sartén con un poco de aceite. Después añadiremos los espárragos y lo mezclamos todo bien con huevo batido para ligarlo ¡y ya están listos para comer!



¿Habéis comido alguna vez este tipo de espárragos?
¿Os gusta ir a buscar alimentos al campo?



viernes, 19 de abril de 2013

Provolone con berenjena o canapé de bacalao marinado...con tomates secos

¿Habéis probado a hidratar los tomates? Si ya lo habéis hecho ¡aquí tenéis dos buenas ideas para sacarles partido!

La primera receta es un entrante o aperitivo para compartir: Provolone con berenjena y tomates secos.
Es muy fácil. Partimos la rodaja de queso provolone por la mitad en sentido transversal -vamos que siga conservando su forma redonda- de forma que tengamos dos lonchas. Después picamos una berenjena en cubitos pequeñitos, le echamos una piza de sal, y la rehogamos en una sartén con un chorrito de aceite de oliva. Cortamos nuestros tomates secos también en cubitos pequeñitos.
Y ahora que tenemos todo cocinado y cortado, elegimos un recipiente bastante profundo y tan ancho como el queso y colocamos una primera loncha. Colocamos encima la berenjena salteada y el tomate picado. Cubrimos todo con la otra capa de queso. Y terminamos nuevamente con berenjena y tomate. Lo calentamos en el microondas unos 3-4 minutos, hasta que el queso se funda, ¡y servimos al momento!



Se puede comer untando finas rebanadas de pan tostado o cogiendo la mezcla directamente con un panecillo de más consistencia.



La otra receta que os proponemos es una idea de canapé o tosta: Bacalao marinado con tomate seco. Es una combinación deliciosa. ¡Os gustará!

 
Termino recordándoos las posibilidades, para aderezar muchas de vuestras comidas, del aceite especiado que os quedará una vez consumáis los tomates.

¿Os han gustado estas dos ideas de receta?
¿Qué otros platos haríais vosotros con tomates secos?

lunes, 15 de abril de 2013

Tomates secos deshidratados o ¡tomates al sol que más calienta!

Encontramos el otro día en Mercadona, en la zona de frutas y verduras, paquetes de tomates secos. El paquete de 80 gr. costaba 1,60 €. Recordé haberlos tomado en Amsterdam como guarnición de un sandwich de jamón que me gustó mucho ¡así que los echamos a la cesta!.


En enfemenino.com nos cuentan que los tomates secos son una especialidad de las regiones italianas de Sicilia y Calabria. Estos tomates se pueden obtener de forma tradicional aprovechando el sol del sur de Italia. Los sabores del tomate se reúnen para dar un delicioso concentrado. Los tomates secos eran, ante todo, una producción rústica que permitía conservarlos durante el invierno, una vez que la temporada de cosecha había terminado.


¡Mirad que buena pinta tienen estos traidos de la Toscana!



Como los tomates secos que compramos eran deshidratados, no en conserva, había que hidratarlos. ¿Cómo hacerlo? En dos pasos.

Primero, sumergir los tomates en agua y vinagre -3 partes de agua y 1 de vinagre-. En vez de vinagre también podemos utilizar vino blanco o tinto. Los dejaremos durante dos horas si es agua fría, pero serán suficientes unos 15 minutos si el agua está tibia e incluso caliente -aunque sin que llegue a hervir-. Los tomates tienen que volverse tiernos pero no blanduzcos.


Segundo, escurrir bien los tomates en un colador y después secarlos con papel de cocina e incluso utilizar un secador de mano hasta que estén completamente secos, sobre todo si pensamos tardar en consumir los tomates. Después, aliñar los tomates con ajo cortado en láminitas, sal y especias y cubrirlos totalmente con aceite. Nosotros hemos utilizado como especias orégano, pimienta negra molida y unas agujas de romero.


Cerramos y guardamos en un lugar fresco y seco, lejos de la humedad y la luz (yo los guardé en la nevera). Una vez que los tomates se terminan, nos queda un delicioso aceite especiado para aderezar las comidas.




Si os animáis a hacerlos, el viernes os contaremos ¡qué dos deliciosas recetas podéis hacer con ellos!

¿Habéis probado alguna vez tomates secos?
¿Qué otras especias pondríais vosotros para aliñarlos?

Antes de despedirnos un último apunte sobre las dificultades para poner comentarios que me habéis hecho llegar varios de vosotros. No sé cómo solucionarlo, porque de hecho sí que se reciben -aunque pocos, pero que agradecemos un montón- comentarios. Sólo deciros que como alternativa, podéis mandarme un e-mail a salmorejodepapaya@gmail.com con lo que queráis contarnos. Estamos abiertos a preguntas, sugerencias, dudas, ocurrencias, etc.

¡¡Disculpad las molestias y muchas gracias por leernos!!

 

miércoles, 10 de abril de 2013

Pastel de acelgas con bechamel o una sugerencia para los poco amantes de las verduras

Hoy os traigo una receta del mercado a la mesa y de la mesa al blog en menos de 24 horas. Ayer fuímos al mercado y compramos unas acelgas de una calidad excepcional, con unas pencas tiernísimas. Como sabemos que las verduras no son santo de devoción de todo el mundo, quisimos presentarlas de una forma apetitosa y las gratinamos al horno, con bechamel y queso rallado, hmmmm.



Para empezar, lavamos y cortamos las acelgas -dos manojos-, aprovechando también la parte verde de las acelgas. Las cocemos durante 15 minutos en la olla express y las retiramos para que se vayan enfriando.

Ahora hay que hacer la bechamel. Ya sabemos que la bechamel es difícil de preparar, y sino ¡que se lo digan a Gossip's Fashion Week cuando tuvo que hacerla para su lasaña de pimientos!


Pero hay que intentarlo. En una sartén calentamos dos cucharadas de aceite de oliva y cuanto está caliente se añaden dos cucharadas de harina, removiendo hasta que esté mezclado bien. Añadimos al momento, de dos o tres veces, un cuarto de litro de leche ya templada y seguimos removiendo sin parar. Añadimos un poquito de pimienta, nuez moscada y sal, y continuamos removiendo hasta que espese.

Ahora pondremos papel de horno en el recipiente que vayamos a utilizar y sobre él extenderemos la masa de hojaldre. Mezclamos las acelgas y la bechamel y las echaremos por encima. Después rallamos queso curado para que se dore -en este caso hemos puesto también trocitos de queso parmesano- y metemos al horno durante 25 minutos a 180º.


Y listo. ¡¡Una receta sana, barata y deliciosa, en tan sólo 45 min!!



¿No creéis que con esta preparación os gustaría cualquier verdura?
¿Qué más ingredientes añadirías vosotros para "realzar" las acelgas?


No podemos despedirnos sin antes recordaros que Televisión Española estrenará hoy miércoles, MasterChef, un talent show de cocina en el que quince aspirantes lucharán entre fogones para demostrar que son los mejores chef amateur y conseguir su sueño: dedicarse profesionalmente a la cocina. Teníamos muchas ganas de que terminasen los castings y poder verlo ¡así que esperamos que cumpla las expectativas!






lunes, 11 de febrero de 2013

Salmorejo de papaya o el porqué de este nuevo blog

Hoy empiezo a escribir este blog y el primer post está dedicado a hablar de la receta que le da nombre.

Es un plato muy sugerente, y que cuando probéis a hacerlo sabréis que es el ejemplo perfecto de la idea que inspira esta página: hay recetas sencillas y fáciles que lucen un montón y saben mejor.

El salmorejo de papaya es una receta más simple imposible, y espectacular por lo inédito de su sabor. Aunque no desconocida para todo el mundo, claro. Encontramos en su día la receta en directoalpaladar:

Pelar la papaya, abrirla por la mitad, quitar las semillas, trocear, añadir algo de agua y un chorrillo del aliño para salmorejo: vinagre, aceite y ajo macerado. Salar al gusto. Y batir a tope con batidora. Acompañarlo de huevo duro y algo de jamoncito picado es fundamental, hmmmm.



Hay que tener en cuenta que no es aconsejable congelarlo. Os recomiendo consumirlo en los días siguientes, y volver a batirlo antes de servir para que mantenga su textura ligera y cremosa.



Por último, no podemos olvidar que puede ser una receta muy económica, ¡¡es posible encontrar piezas grandes de más de 1 kg a 2€!! Aunque su precio habitual suele ser bastante superior.



¿Qué te parece nuestra recomendación? 
¿Te animas a probarlo?