jueves, 4 de julio de 2013

Esas costillas me han hecho ojitos o Costillas de ternera con chimichurri al vino blanco

El otro día en el mercado puse mi mirada en unas costillas de ternera que tenían una pinta estupenda... y no pude resistirme a comprar un kilo. Reconozco que nunca las había preparado, pero creo que con una carne así no se puede fallar. Después de mucho leer sobre la preparación de las costillas, decidí hacerlas al horno con una salsa de chimichurry y setas asadas.


Lo primero es preparar la salsa de chimichurry, que para quien no lo sepa, es un aderezo típico en Argentina y Uruguay. Generalmente es picante y se utiliza para acompañar carnes asadas, marinar pescados y aves, y también se usa como aliño de ensaladas. Esta salsa tiene la cualidad de realzar el sabor de la carne y se considera que ha contribuido a la fama internacional del asado argentino.




Para hacerla se pone en una sartén un chorro de aceite y añadimos una cucharadita de comino, dos cucharadas de orégano, una cucharadita de tomillo y una cucharada de guindilla cayena -mejor si la trituramos antes en un molinillo de café-. Dejamos que temple todo en la sartén para que se suelten los aromas, pero no hay que dejar que se caliente demasiado. Y en cuanto coja temperatura incorporamos una cucharada de perejil picado, otra de pimentón dulce, cuatro dientes de ajo picados y medio vaso de vinagre. Mezclamos bien y retiramos a un bol. Echamos casi medio vaso de aceite de oliva, sazonamos y a reservar.
 

Ahora prepararemos la carne. Cortamos las costillas por la mitad y las doramos con manteca o, en su defecto, con aceite de oliva, en una sartén. Una vez doradas las retiramos. Ahora mezclaremos unas dos terceras partes del chimichurry con un vaso de vino blanco y lo hervimos unos minutos hasta que reduzca. Entonces añadimos un litro de caldo de carne o, y si no tenemos, agua, y dejamos reducir. Ponemos en una bandeja de horno o de pyrex las costillas y regamos con la salsa que acabamos de hacer.

Nos falta preparar las setas. Las lavamos y extendemos en una bandeja de horno, salpimentamos y echamos un chorrito de vino blanco por encima. Precalentaremos el horno a 180º y cuando esté caliente metemos las dos bandejas, preferentemente las costillas en la parte superior. Necesitarán unos 45-60 minutos. A las costillas habrá que darles la vuelta al menos una vez para que se hagan bien por los dos lados.


Una vez estén en su punto las setas y las costillas, emplataremos, regando con una cucharadita de la salsa con que hemos cocinado las costillas y además llevaremos a la mesa el chimichurri que no hemos utilizado para cocinar la carne, para que la gente se pueda echar al gusto.
 


¿Habéis cocinado alguna vez costillas de ternera?
¿Os gusta el chimichurri?



viernes, 21 de junio de 2013

Pasta de berenjenas o un entrante de la cocina árabe

El siguiente plato de nuestra particular degustación marroquí es el Baba Ghanoush o Pasta de berenjenas.

La tradición popular dice que éste es un plato dulce y seductor, que resulta difícil dejar de comer una vez se ha empezado, y que las mujeres que lo consumen habitualmente adquieren sus mismas características. Por eso la tradición más moralista dice que hay que ser prudente en su consumo... Aunque yo no tendría tanta precaución porque la verdad es que dulce, dulce, no es. Pero sí es una receta de un sabor intenso que tiene su complemento perfecto en el pan de pita.

Nosotros utilizamos tres berenjenas grandes y nos salió bastante cantidad. Se cortan las berenjenas a la mitad y se realizan cortes en la carne, como se puede ver en la imagen, sin llegar a cortar la piel de la misma.


Se colocan en una bandeja con la piel hacia abajo y se asan en el horno entre 30 y 40 minutos a 180º-200º, hasta que estén tiernas. Se retiran del horno y se dejan enfriar un poco. Se les quita la piel y se trituran con la ayuda de un tenedor.


En  un mortero pondremos dos cucharadas de aceite de oliva, tres cucharadas de zumo de limón, dos cucharadas de tahina, dos dientes de ajo machacados y una piza de comino y sal.

Este precioso mortero es de madera de olivo y está hecho en Túnez

La tahina o tahini es una pasta hecha a partir de semillas de sésamo tostadas y molidas. Para nosotros era una especia totalmente desconocida, pero es muy habitual su uso en la cocina árabe. Se puede encontrar en los grandes almacenes en la sección internacional o en las tiendas árabes de tu ciudad, como nosotros en este caso. Una vez abierta se conserva en la nevera.



Una vez hecha la mezcla en el mortero, se la añadiremos a las berenjenas trituradas. Si queremos que la crema sea más fina podemos pasar la batidora. Y a la hora de servir se echa un buen chorrito de aceite de oliva y se acompaña con pan de pita. ¡y ya está listo para degustar!



¿Ya sabéis dónde comprar la tahina para hacer esta receta?
¿Qué os parece este comienzo de menú marroquí?










miércoles, 5 de junio de 2013

Cocinando entre amigos o aprende a cocinar con Algo se está cocinando


Ya sabéis que la idea de este blog es proponeros platos fáciles de cocinar, recetas que salgan bien aunque no tengamos demasiada maña con la cocina. Pero si aún así creéis que os hace falta una ayudita más, os damos una nueva idea: que se la pidáis a las profes de Algo se está cocinando y ¡os apuntéis a sus clases de cocina a domicilio!

A nosotros nos pareció que pasar un día aprendiendo a cocinar con amigos era una idea estupenda. Así que hablamos con Algo se está cocinando para organizar una clase en grupo ¡y no nos equivocamos!

Teniendo en cuenta que íbamos a dedicar cuatro horas de la mañana a las clases, y de acuerdo con nuestras preferencias de la larga lista de opciones que nos dieron, este es el menú que nos confeccionaron para que aprendiésemos a cocinar:


¡La boca se nos hacía agua sólo de pensar en lo bien que íbamos a comer!

Tal vez éramos muy optimistas, pero gracias a nuestra profesora, el recetario hecho para la ocasión y nuestras ganas de aprender y pasárnoslo bien, ¡todo salió riquísimo!.


Blini de tartar de salmón fresco y ahumado 



Brocheta de pollo al curry


Solomillo de cerdo con salsa de ciruelas y puré de patatas



Lasaña de chocolate y crema de plátano



Como véis son unas horas muy bien aprovechadas. Y no sólo aprendes a cocinar estas recetas, sino también cosas tan útiles como coger bien el cuchillo, pochar cebolla, montar nata, hacer mayonesa, limpiar un solomillo, dar forma a cobertura de chocolate, diferenciar aceites ¡y muchas más!



 

Además nos las vimos con elementos menos comunes en nuestras cocinas como acetatos, mangas pasteleras o un descorazonador.

 

La receta de la trenza de hojaldre podéis encontrarla en su web. Y os animamos a que le echéis un vistazo porque es una receta 100% Salmorejo de Papaya.


Trenza de hojaldre de espinacas, mozzarella, jamón braseado y piñones

Las maravillosas fotografías de la comida -que hacen honor a los emplatados- son de Marina Martínez.


¿Os animáis a que 'Algo se está cocinando' os dé un empujoncito gastronómico?
¿Os han gustado los platos que aprendimos a hacer?

lunes, 3 de junio de 2013

Melón con Agua de Azahar o de compras en el Cuarto Zoco Benéfico Árabe

Hace un par de semanas estuvimos disfrutando del menú degustación de La Cocina del Desierto (16 € por persona), en la calle Barbieri de Madrid. En este restaurante tienen una zona en la que se puede comer en el suelo, sentados sobre cojines y alfombras. Como éramos nueve personas, resultó que estábamos como en un reservado y la degustación fue muy completa. ¡Nos encantó!, y de ese momento tan marroquí, y nuestras ganas de repetir la experiencia en casa, surgirán los posts que os iremos contando en las próximas semanas.


Hoy, empezaremos por el final de la comida contándoos una receta dulce: Melón con agua de azahar e higos secos caramelizados. Nosotros os la proponemos como postre, y en el restaurante fue uno de los últimos platos que nos sirvieron, pero lo trajeron a la vez que otros platos salados y en la carta aparece como "Ensaladas y aperitivos".

Como todavía no es tiempo de melones, elegimos un melón Galia de 1 kg. Lo partimos por la mitad y con un vaciador fuimos haciendo bolitas de las dos partes del melón.


Ponemos las bolitas de melón en un bol y añadimos una cuchara sopera de agua de azahar, moviendo bien para impregnar de su sabor todos los trozos, e inmediatamente reservamos en la nevera una dos horas. 


Después, troceamos los higos secos y los ponemos en una sartén. Añadimos media cuchara sopera de azúcar y un poquito de agua para caramelizar el higo. Cuando vemos que ha ligado el azúcar con el higo retiramos, añadimos los higos por encima del melón y ¡ya está!: unas refrescantes bolitas de melón, cuyo sabor se ve potenciado por el Agua de Azahar y los higos secos caramelizados.



El agua de azahar la compramos en el Zoco Solidario que organizó la Asociación de Damas Diplomáticas Árabes, el sábado 11 de mayo, en el hotel Intercontinental de Madrid.


Es el cuarto año que se celebra este mercadillo benéfico, y es una buena oportunidad para adquirir artesanía, textiles y productos gastronómicos de diferentes países árabes. Y más, sabiendo que lo que se recauda se dona íntegramente a organizaciones benéficas. Este año estaba destinado a los comedores infantiles de Mensajeros de la Paz y a proyectos de ACNUR de ayuda a los refugiados sirios.


En el zoco también se dedica una gran zona a restaurante, donde se puede degustar una amplia oferta de platos típicos de los países participantes.

Las fotos del Cuarto Zoco Benéfico Árabe son de Manuel Moriel, y podéis ver más en este link.

¿Os ha gustado la receta de Melón con Agua de Azahar e higos secos?
¿No esperaréis al quinto Zoco Benéfico Árabe para comprarla?

martes, 30 de abril de 2013

Crepe de salmón y mozarella o el uso más dulce del sirope de arce

Hoy os vamos a recomendar que copiéis una sencilla receta de un restaurante que se llama Magasand: Crepe de salmón y mozarella y "maple syrup".

Nos encantó la combinación de sabores, el queso mozarella le iba perfecto al salmón y el toque dulce del "maple syrup" era el justo para que la crepe siguiese siendo "salada" pero le aportase un toque refrescante. La presentación, sobre pizarra negra, también es nos gustó mucho.



El salmón era ahumado y la mozarella era fresca. Y el maple syrup es jarabe o sirope de arce, y seguramente os suene porque hace unos años se puso de moda una dieta a base de este producto, pero sin duda es mucho más recomendable ¡su uso como edulcorante! La masa de las crepes ya os comentamos que es muy parecida a la de las filloas. La piedra, tan típicamente gallega, hace recordar aún más a este postre.


El jarabe de arce lo podéis comprar en un supermercado como Mercadona, eso sí no lo encontraréis en la sección de repostería sino en la de droguería, junto a otros productos dietéticos. Y su precio es de 7€ la botellita.

Ahora que se va acercando el verano, y muchos de vosotros estaréis pensando ya en la dichosa operación bikini, os recomiendo que seáis prudentes con las dietas que hagáis y que reflexionéis antes sobre ellas, como lo hacen sobre la dieta de sirope de arce en el blog aprende a comer.


Volviendo al Magasand, comentaros que hay dos locales en Madrid -junto a la Puerta de Alcalá y en la Travesía de San Mateo-. Están decorados con un look industrial. Las mesas son de hierro, y parece que estuviese sin tratar, ¡como si fuesen de un taller!, y sobre las mesas hay flexos antiguos con señales del uso y el paso del tiempo, que le dan un aire vintage. Las escaleras también son de metal, como las cestitas en que te traen la comida y las lámparas de imitación industrial sobre el mostrador. Los azulejos blancos y rectangulares que hay en las cocinas, imitan a los que se usaban en las estaciones del metro a comienzos del siglo XX. Y los techos son muy altos, típicos de las naves industriales. Pero también tienen un cierto aire cosmopolita, que le dan algunos elementos del mobiliario y completan las revistas trendy y productos gourmet a la venta.


La carta ofrece comida rápida como sandwiches, ensaladas o crepes, pero más cuidada de lo que podría esperarse de esa denominación. Y para muestra ¡la crepe de salmón y mozarella!

¿Qué os ha parecido esta idea de relleno de crepe?
¿Os gustan las recetas que mezclan salado y dulce?




miércoles, 24 de abril de 2013

¡Nos vamos de espárragos! o revuelto de espárragos silvestres

Aunque la temporada ya está prácticamente terminada, este fin de semana ¡nos hemos ido de espárragos! Hace ya quince días que los espárragos silvestres estaban listos para ser recogidos, aún así todavía hemos encontrado un buen manojo. Y es que ya lo dice el dicho: Los espárragos de abril para mi, y los de mayo ¡para mi amo!.


Se recogen espárragos de dos tipos, los de esparraguera -éste es el nombre con que se conoce a la planta en que se convierten- y los "culebreros" -la forma en que crecen les delata-. Nacen en zonas con cierta humedad y no son fáciles de ver porque se camuflan entre tanta hierba.


Y como ya ha empezado a hacer calor, muchos espárragos estaban "espigados" y con lo que nos encontrábamos era ya con las plantitas en que se transforman: esparraguera y una planta parecida a una hiedra


¡Pasamos una tarde muy entretenida en el campo!




Ya en casa, la preparación del espárrago para cocinar con él es la siguiente. Hay que quitar la parte inferior del tallo que ya esté dura. Se va cortando y si hace chasquido es que hay que desechar ese trozo. Después los partimos en trozos más o menos del tamaño de un macarrón. Y ya cortados los lavamos y una vez lavados los cocemos.



Ahora ya están arreglados para hacer con ellos un rico revuelto o también darle un toque campero a la tortilla, de patatas o francesa. Para hacer el revuelto necesitamos cebolla, huevos y pan. Partiremos el pan en trocitos muy pequeños. Cortaremos la cebolla muy picadita. Y el pan y la cebolla lo rehogaremos en una sartén con un poco de aceite. Después añadiremos los espárragos y lo mezclamos todo bien con huevo batido para ligarlo ¡y ya están listos para comer!



¿Habéis comido alguna vez este tipo de espárragos?
¿Os gusta ir a buscar alimentos al campo?



viernes, 19 de abril de 2013

Provolone con berenjena o canapé de bacalao marinado...con tomates secos

¿Habéis probado a hidratar los tomates? Si ya lo habéis hecho ¡aquí tenéis dos buenas ideas para sacarles partido!

La primera receta es un entrante o aperitivo para compartir: Provolone con berenjena y tomates secos.
Es muy fácil. Partimos la rodaja de queso provolone por la mitad en sentido transversal -vamos que siga conservando su forma redonda- de forma que tengamos dos lonchas. Después picamos una berenjena en cubitos pequeñitos, le echamos una piza de sal, y la rehogamos en una sartén con un chorrito de aceite de oliva. Cortamos nuestros tomates secos también en cubitos pequeñitos.
Y ahora que tenemos todo cocinado y cortado, elegimos un recipiente bastante profundo y tan ancho como el queso y colocamos una primera loncha. Colocamos encima la berenjena salteada y el tomate picado. Cubrimos todo con la otra capa de queso. Y terminamos nuevamente con berenjena y tomate. Lo calentamos en el microondas unos 3-4 minutos, hasta que el queso se funda, ¡y servimos al momento!



Se puede comer untando finas rebanadas de pan tostado o cogiendo la mezcla directamente con un panecillo de más consistencia.



La otra receta que os proponemos es una idea de canapé o tosta: Bacalao marinado con tomate seco. Es una combinación deliciosa. ¡Os gustará!

 
Termino recordándoos las posibilidades, para aderezar muchas de vuestras comidas, del aceite especiado que os quedará una vez consumáis los tomates.

¿Os han gustado estas dos ideas de receta?
¿Qué otros platos haríais vosotros con tomates secos?