Es un dulce parecido a los florones. Y no os voy a engañar, aunque más sencillas que éstas últimas, tampoco son tan fáciles de hacer, ¡pero si lo intentáis, obtendréis una dulce recompensa!
La masa se hace con los siguientes ingredientes: 1/2 kilo de harina, una pizca de sal, dos copas de anís, 100 gramos de mantequilla, dos o tres huevos y la ralladura de un limón. También hará falta azúcar glas para espolvorear las orejas una vez fritas.
Mezclamos todo -con la mantequilla ya derretida- y amasamos. Dejaremos la masa reposar fuera de la nevera, al menos un par de horas. Saldrá cantidad para hacer muchas orejas, así que si os cansáis, podéis seguir otro día congelando la masa.
Para hacer ya las orejas, cortaremos un trocito pequeño de la masa y estiraremos con el rodillo dejando la masa muy fina. Freiremos en abundante aceite. El objetivo es que no cojan mucho aceite así que tendrá que estar bien caliente y las dejaremos poco tiempo en la sartén por cada lado. Mejor que se queden con poco color a que se quemen.
En cuanto las saquemos del aceite a espolvorear con el azúcar glas. Este azúcar podemos comprarlo ya hecho o hacerlo nosotros si tenemos un molinillo. ¡Y ya están listas para comer!
¿Os ha gustado este postre de Carnaval?
¿También son típicas de vuestra ciudad o pueblo?
Para terminar contaros que el domingo tenéis una cita deportivo-gastronómica en Muñoveros, la V edición de la carrera popular Viña del Ajo. Un evento muy saludable, que comienza con una carrera y termina con ¡unas reconfortantes sopas de ajo! Eso sí, es para valientes ¡porque vaya tiempo que dan para el domingo!
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